martes, 11 de febrero de 2014

insomnios

el insomnio y yo ya ni nos hablamos,
nos hemos dicho todo
y no quedan ya temas por tratar,
yo ya conozco sus víctimas,
él ya conoce tu rostro y tu sonrisa,
me ha contado de suicidios,
de bancas de parque abandonadas,
yo he hablado de serenatas en silencio,
de letras quemando los dedos;
de mi inestabilidad, de tu mirada;
él me contestaba con princesas,
con fiestas de soledades;
yo solo atine a decirle
que mi soledad había huído
a refugiarse en tus brazos.

no me hables de insomnio,
cuando yo tengo el habla agotada
por no gritarte;
y tú, vienes, tocas y te vas,
bonita manera de volver a despertarme.

Darío Olguín

domingo, 9 de febrero de 2014

desespero

no se desgarra la luna,
al escuchar los llantos,
al escribirse en mis letras,
es más ni cercana a perderse,
a leerse, a sonreirme,
no se puede contrastar
ese marfil,
el mismo color,
que pone tú sonrisa
en mi sentir...

no soy fundamental,
no tengo la risa,
no tengo la palabra correcta,
aunque me reviente el saber que sí;
no hay palabras correctas,
manos perfectas,
libros de dagas y espadas,
de respiros que no suspiran,
de desesperos poeticos,
sorteados con ron.

y ahora como te digo,
que verte en el fondo de mi pantalla
me hace sonreir,
no hay esperanza,
todo muere, todo anda,
como se andan las manadas,
como saltan los delfines de acuario,
las luces ceden,
la escena se apaga.

y de ese desespero en luz,
tu sonrisa como la luna,
permanece fija e inerme,
en mi mente,
en esas noches sin vos.

Darío Olguín