lunes, 30 de abril de 2012

Mi medio limón

Tú mi medio limón,
porque las noches tristes
la dulzura se vuelve amarga,
porque cuando el río suena,
piedras ha de traer,
porque en la soledad de las letras
pudiera cantarte una canción que he creado,
que te guste mucho y,
no te empalague como una naranja.

Tú mi medio limón por terapéutica,
por qué curas las heridas,
porque vitaminas mi vida
y nunca esta de más una limonada
en pleno verano.

Tú mi medio limón
porque odio el zumo de naranja,
ya que me recuerda la infancia
y el aceite de cierto pez combinado con él.

Tú mi medio limón
porque de vez en cuando
tengo el carácter muy agrio,
la sonrisa adusta para los demás,
pero por lo que me complementas,
eres mi otra mitad,
lo que me hace sólido,
lo que se vuelve un zumo necesario
en la vida, que combina con todo,
hasta con mi soledad en el insomnio
de esas largas noches de primavera,
que se avistan desde mi ventana
cuando pienso en ti.

Darío Olguín

martes, 3 de abril de 2012

¿Cómo?

¿Cómo pedirte que te quedes?
No sé hablar, no se expresar,
todo lo dejo ahogar,
que se mezcle con sáliva en la garganta,
que no se atore y no haga daño,
como decir lo que no puedo hablar,
soy un artista de palabra,
más no de habla,
que eso se me da muy mal;
se caen entre esófago y garganta,
el pedirte que te quedes,
que no te alejes,
que no me dejes,
que no te vayas,
que te puedes quedar.

¿Cómo decirte que te quedes?
Si la paz en tú cara,
reflejaba más luz que tú sonrisa,
¿Por qué no entendiste,
lo que mis brazos te decian?

¿Para qué te vas?,
quizá a ser lo feliz
que conmigo ya no eras,
a lo mejor no supe superar
esa marea de la distancia
que de tan cerca nos asimos.

¿Para qué? ¿Para qué?
¿Dónde quedo la marea
del corazón de nuestro ayer?

Darío Olguín

volcán, fuego, lava

Cada parte del cuerpo se cae,
se derrumba, de corroe, se destruye;
soy volcán, soy fuego, soy lava,
soy el cielo caliente cuando la tierra se acaba.

Me desborro como mal trazo del pintor,
soy la arena que en el mar
no sirvió de nada,
soy la nada hecho masa,
soy un error, soy humano.

Soy la flor sin loto, sin pétalos,
la mezcla perfecta de lo mal planeado,
una estética de colores matizados,
de tonos tierra acabados.

Soy el salmón que le toma amor al mar,
que cuando todos regresan,
el no hace el viaje aprobado,
me quedo esperando las olas,
como si ellas fuesen a traer los osos,
la contracorriente, el hielo y el fango.

Nado, viajo, vuelo, camino, me desplazo,
me relajo en la vida perdida,
me resuelvo entre acertijos vagos,
les traigo la variedad de cierres,
por que no soy nada, soy todo, soy malo,
soy volcán, soy fuego, soy lava, soy raro.

Darío Olguín