martes, 11 de febrero de 2014

insomnios

el insomnio y yo ya ni nos hablamos,
nos hemos dicho todo
y no quedan ya temas por tratar,
yo ya conozco sus víctimas,
él ya conoce tu rostro y tu sonrisa,
me ha contado de suicidios,
de bancas de parque abandonadas,
yo he hablado de serenatas en silencio,
de letras quemando los dedos;
de mi inestabilidad, de tu mirada;
él me contestaba con princesas,
con fiestas de soledades;
yo solo atine a decirle
que mi soledad había huído
a refugiarse en tus brazos.

no me hables de insomnio,
cuando yo tengo el habla agotada
por no gritarte;
y tú, vienes, tocas y te vas,
bonita manera de volver a despertarme.

Darío Olguín

1 comentario:

Siempre quecomentas algo va dentro del yo sensible que le da por seguir el camino de letras...