lunes, 22 de febrero de 2010

Para ayer, para hoy, para ti, para yo

Y la tentación haciendo ronda,
acercándonos cada día más.
cada vez más cerca,
cansancio acumulado y un poco de estres,
afuera la ciudad, el ruido,
la gente, los niños, la vida,
si, esa vida que no es nuestra,
por que la mía va en tus manos
y con los entrelazados dedos,
vemos que caminamos juntos,
aunque hay cosas que en medio quedan
hacen del mundo un escenario,
la gente nos ve, sonríe,
esperan que el mundo cambie
agradecen poder vernos,
compartir un poco de lo mucho
que a lo mejor hay o no hay
pero que esperamos que ahí esté.

Cierro los ojos,
te imagino, no imaginar no,
te sueño, si eso es,
por que mi mejor cualidad
es poder soñar despierto
y saber que muchas cosas
se hacen realidad.
aunque a veces todo duele,
saberte no de mi.
saber que puedo ser tuyo,
lo que se gana
si es que no queremos perdernos.
pero para lograr eso,
necesitamos una pregunta
que nos ayude en el enigma
en donde nuestras mentes
enlazan una posibilidad.

¿Dónde se enlaza nuestra felicidad?
Acaso será que se une
en un túnel de controversias,
en una infinita porción,
de ser y no ser,
de quererte tanto,
de reflejarte en mis ojos,
de reír y reír como niños
y ahora si cerrar los ojos,
sentir tus labios,
quedar temblando y solo pensar
que hay mas cosas que una felicidad.
un lugar donde solo existes para mi
donde el tiempo no nos rebase,
un sitio sin presiones externas
sin que sea una hermosa confusión,
ahí donde la felicidad sea
el estar siempre juntos:
tu y yo.

Darío Olguín

sábado, 20 de febrero de 2010

Días por mi día

En el teléfono insiste una voz,
al otro lado, con toda calma analizo
que pudiera no ser ella
y que si respondo, ella podría llamar,
entonces, descuelgo el auricular,
me niego a estar,
pienso en ella,
el día se va,
su voz no llega y eso duele.

Hay algo de locura en actuar
de la manera en la que no lo hago,
hay un dejo de vida,
dos destellos de suerte
y una nube de esperanzas,
que quizá sólo esperen
a que me llegue el día,
a que hoy me veas y digas
puede que no pueda ser,
no hay nada, no es nada,
sentirte libre de mi,
de todo, de nada.

Imagino que me imaginas
que besas y cuando te beso,
abrimos los ojos,
despertamos:
estamos lejos.

Darío Olguín

jueves, 18 de febrero de 2010

Días en mi día

Quisiera decirte adiós,
que te marches,
que la vida continúe,
decirte que lo mejor que pude pasar
es que él exista en tu vida
y a mi me dejes pasar,
que no me veas,
que lo más absurdo vive en mi.

Decirte cosas buenas de él,
que algo no te dijera
que yo, si yo,
soy lo mejor para tu vida,
pero no diré eso,
pues son cosas que uno debe
considerar solo, reflexionar,
decirle a la mente,
que el corazón no es autónomo,
que la desdicha no pesa,
que tus manos enlazadas en las mías
me desmoronan.

Cierro los ojos,
abro los ojos,
cierro los puños,
abro la noche,
cae la vida,
cae el sueño
y ahí sigo yo:
pensándote.

Darío Olguín

domingo, 14 de febrero de 2010

Muero de a poco un poco más

Y el tiempo me pasa,
si, es que ya no me pes,
mi alma no pesa,
mi cuerpo no pesa,
mi mente me pesa,
se pone a pensar
y cada que eso ocurre
muero de a poco
y a cada segundo más.

Es de noche,
o aun es de día;
no importa no caminaré,
que todo vaya con la marea,
a su paso, por que la prisa,
quizá si mi velocidad
es mucho muy bastante
me olvide que me olvidarás,
y las canciones, sólo quedan dos,
o bueno quedaban hasta ayer,
a lo mejor no entrego nada,
que quede así, sin precedentes,
sin nada que obligue a vivir,
sin líneas en las letras
y sin heridas con demasiado corazón.

Puede que sea tan molesto
y que en el mismo lugar puedo
iniciar reprochandome,
continuar pensándote de a poco más,
gritarte como desesperado que no vayas
que te quedes a ver como termina
este escrito por hacerme un punto y aparte;
al final, pues ni te enteras,
por que habrías de hacerlo,
no hay necesidad, no hay distancia,
¿qué podemos cuidar? a nadie le ocupa
lo que pase con mis pasos,
algunos, todos en realidad,
esperan a que mis pasos se alejen
y no saber de ellos nunca más.

Aaaah!!! caray, caray,
algunas veces pienso
que soy multipolar al escribir
ahora respirando,
me doy cuenta que nada,
si así, nada vale lo que soy
en estos momentos
no conozco mis pisadas,
no se si estoy flotando
o si simplemente ya morí.

Darío Olguín.

sábado, 13 de febrero de 2010

El aroma en tus labios

Mi almohada de nada te conoce
pero te recuerda en cada sueño
en cada segundo que pienso,
que me embriago alrededor
del recuerdo de tu perfume
impregnado en mi,
como si fuera ese su único objetivo.

Ahora bien, si la almohada es complice,
mi ropa entera también,
además que he de culparlas
de que han creado la maña
de quedarse impregnadas
de tu sabor tan esplendoroso,
de esa suave nota que olfateo
y me hace sonreír de nuevo.

Sabor de labios en carmín
de un pincel que en mi boca
debería lucir un poco más,
siempre y cuando se aplique
de la manera correcta,
del modo indicado,
de tus labios posando
sobre los mios,
que libaran el dulce néctar
que emana de tu boca
que será el inicio,
aunque no sabemos si de la eternidad
o del fin,
que vistos de un modo mio,
no son nada iguales.

Darío Olguín

jueves, 11 de febrero de 2010

Censura

Ya a la chingada,
yo lo dije en voz alta,
bueno en mi mente,
y no me dejo de arrastrar
no se que pasa,
todo da vueltas,
me mareo, la nausea:
que me provocó el mi mismo.

Pero entonces, que hago,
espero en la esquina,
no duermo por que no me llame;
mejor ya a la chingada,
es una verdadera fregadera,
que confié en que lo haría
y aquí el idiota espera,
espera y seguirá esperando,
ring ring mis cojones,
no va a sonar hasta que mañana
el despertador haga lo suyo,
y con mi humor enmierdado
empantanare un día más.

Y así pues la llamada
pues nunca llega,
me va y me viene
me tiene hasta la madre,
puede que un desplante más
haga que la media vuelta
se quede pendeja
ante lo que nunca hago,
irme en lugar de ocupar
un espacio que a leguas se nota
nunca será para mi,
pues si no soy un pinche trofeito,
feo si y de a madres,
pero y que total feo parejo
que me haga, al fin
ellas nos prefieren cuando somos ojetes;
cuando no lo somos
hasta parecen moscas.

Por eso:
ya mejor a la chingada todo
y yo pues me ire aun más lejos.

Darío Olguín.

miércoles, 10 de febrero de 2010

A cada segundo

Ahora pues el tiempo
me pasa, más bien dicho
-¿me pesa?
al caso, no saberlo
no me hace más menos
ni tampo me da el poder
para pensar que no pienso.

Ahora pues el dicho,
mio el tiempo, me pasa;
cambía la forma de escribir
mis manos duelen,
recuerdo las tuyas
-y sabes-
duelen más,
duele más recordarte,
saberte, estar a un lado,
pero con tus labios a millones
de años luz,
kilómetros arrodillados,
arremolinados, insufribles.

bueno, quizá este vuelo
aunque tomado al aire por todos
he de pasarlo, recorrerlo,
poco a poco, codo a codo,
descansando de mi a cada segundo,
pero siempre solo.

Darío Olguín

¿Algun día alguien me cantará algo como esto? eso sería un hermoso detalle, puede que si la esperanza muerta no revive pero siempre hay sorpresas.

jueves, 4 de febrero de 2010

A los ojos

Frío, febrero, fuera de mi,
lejos, a lo lejos,
cada vez veo más
como se aleja la madrugada
en la que me gusta vivir
dentro de tus ojos,
el perderme en ese mar
que es mi cielo y mi redención.

A los ojos, mirándote,
a esa frontera que me hace
caer en las verdades ocultas,
en todo aquello que quiero
aunque no pueda ser,
aunque todo este en contra
quizá el frío juegue a favor
y el invierno haga que la nieve
que hizo hielo mi corazón
se derrita poco a poco.

Entonces a que juegan,
a que esperan,
esos que me retan a hacer
todo lo que quiero hacer,
pero que de momentos
algo lucido (que no lo creo así)
me hace esperar a la puerta
de un beso en abrazos,
de un tiempo o un desprecio.

Camino, sombras, focos,
todo me marea, no hay equilibrio,
pierdo el sentido, ¿qué pasa?
¿quién soy el día de hoy?
unos días quisiera desaparecer
para recogerme en tus brazos
y ahí perderme durante
siempre-jamás.

Darío Olguín

miércoles, 3 de febrero de 2010

Tus labios

A que me sabrán tus labios,
quizá a cereza o te verde,
no lo sé, habrá que investigar,
la manera precisa de hacerlo,
la manera correcta
de poder quedarme en ellos.

Quizá una esencia brote
y deje su hechizo en mis labios
me enloquezca que me haga
perder razón y conciencia,
desmayarme en tu brazos
y despertar en tus manos.

Ahora que pudiera
adelantarme a todo beneficio
pero sería arriesgar
algo que mira adelante
y mezclarlo en la premura
de un sueño que no tendrá sol,
que hará guerrillas en mi cabeza,
que me hiciera partir.

¿Y si te sueño en besos?
eso contaría como un punto
imaginare cada comisura
recorreré cada micra en ellos
pero no habrá sabor ni textura
solo reconocimiento de algo
que podría no ser cierto.

Y aquí sentado me pregunto otra vez
¿a qué sabrían tus labios?
será que me condenaría a ellos
si es que llego a probarlos
volverme adicto de ellos
como hoy lo soy de ti,
quizá el solo esperar
me deje en seguir imaginando.

Darío Olguín

martes, 2 de febrero de 2010

quizá hoy

Puedo llegar a pensar que hoy,
quizá hoy, algo muere,
pero a nadie le puede importar
un pedazo más que cae,
una barrera menos
para derrocar el muro
que no deja pasar sangres.

Puedo llegar a pensar
que hoy puedo llegar a traicionarme
y ahorcarme con mis manos
abofetearme con los puños
que las piedras han hecho
alrededor de la montaña
que hoy pide a gritos
que me desaparezca.

Quizá hoy pudiera reptar;
así no tendrías que ver
como me desvivo por un beso
como no me brazan tus abrazos,
la locura de verte y cerca,
saber que hay en ti un algo más.

Pudiera decir que,
simplemente hoy
puedo perderte y no mirar atrás
que no duela,
que mañana aparezca
algo más;
que no me reclame lágrimas...

Puedo apostar por que suena mejor
un nosotros que yo solo,
que como alguien pudiera decir
"puedo dedicarte los versos
más hermosos está noche"
y quizá ni yo me enteraría
que en la madrugada
durante mis sueños,
pueda llegar a pensar,
que quizá hoy...
...algo muere.

Darío Olguín

Azares

Qué hacer cuando las cosas
que podrian pasar no lo hacen,
reacciona el viento enfurecido:
me sopla el alma.

Hierven las manos,
la voz sale como reflejo,
tres espejos se rompen en mi andar
¿existe la suerte?
Todo es azar.

Cuántos tulipanes duermen,
donde quedan mis ojos,
hay sensaciones que olvidan
dejan sonrisas colgadas
precisos momentos que destapan
las solapas del viento matinal
que amarran a mi cuello
las flores que no han llegado a tu cuerpo.

Darío Olguín

lunes, 1 de febrero de 2010

Realidad Alterna

Pienso, que luego no existo,
que quizá haya alguna realidad
de esas llamadas alternas,
que altera lo que he sido
y de vez en cuendo en momentos
de esos cruciales;
un yo mismo de realidad alterna
es quien hace las cosas
y yo quedo a la deriva.

Puede que cuando duerma
recuerde tus ojos,
tu mirada que me sonreía a diario,
esa penetrante vista que me derrite
-¿debí decir me derretía?-
que hacia latir de vez en diario
esa máquina de mi pecho
llamada corazón.

Y que pasa cuando quiero
externar lo que no soy,
cuando el mundo es una groseria
y yo su más grande poeta,
mentando madres por lo que he dejado,
mas que dejado por lo que no ha pasado,
vistiendo de putas la vida
por que no expreso nada
de lo que la realidad les puede plasmar.

Y dime mi mismo:
¿quién de verdad duerme conmigo?
casí siempre las noches son más frías
me tiembla el cuerpo
me duermo en mis propios brazos
volteo y no estas,
lo peor es que no estaras
y ahora que podre decir,
a quien engaño con cobijas
el frío me quema dentro.

Qué tal si viajo
dos veces por semana
a donde pueda encontrarme,
aunque sea verme a mi mismo
por una vez el rostro,
que no sea tinto en sangre;
que ha cambiado,
he de volver a creer,
todo lo que perdí o gane:
¿es solo realidad alterna?
o ¿me altera el saber que ya no estás?

Darío Olguín

Vida, pasas

...desaparezco de la mente
cada día un poco más,
descanso y desaparezco,
amanece y desaparezco.

Pareciera que voy en busca de un truco
de magia que oculte
todo lo que pasa
todo lo que puede amenazar.

La lluvia que desde el balcón;
caes cual nube de tormenta,
borrascando el tiempo,
chubascando el corazón.

Ahora si bien soy mil triste
o solo un solitario vagando,
buscando respuestas, encontrando,
no aún no he encontrado nada,
aun no pesan el tiempo y la tierra
eso me da un espacio para librar,
para pensar, para pensarte.

Al final, puede que no sea hoy;
al final puede que no pase nada,
al final, no le dejaras, no pasará,
vida pasas, vida, pasas,
vida te has dejado
en los balcones a llorar,
tus bolsillos lucen vacíos,
se murió la ilusión en la epidemia.

Darío Olguín