sábado, 1 de septiembre de 2012

el lienzo

he dejado de escribir,
de insistir que yo hablo en papel,
que soy sordomudo a los ruidos de la lengua,
que no he dejado de mojar el papel,
que no he dejado de arruinar el papel.

he dejado de insistir,
de hacer notar las miles de formas,
las miles de sombras que circundan,
que despedazan los papiros
y se llevan mis letras al viento,
todo esto sucede cuando tú lo sabes,
cuando bien sabes que no estas.

he dejado de saber que sé,
que ilumino tus sentidos,
que destilo rabia, que destozo mis ojos,
que no veo, que no leo,
que no hablo, que no escribo,
que no produzco dolor,
que no siento, que no te siento,
que solo te espero, porque,
he dejado de escribir,
he olvidado como escribir
en el lienzo de tú piel.

Darío Olguín

sábado, 4 de agosto de 2012

... ... ... ...

la última diferencia entre ser y estar,
fácilmente se puede hallar
entre las ventanas rotas de corazones,
entre la calzada y la avenida,
entre la risa y la sorpresa
de un encuentro cotidiano.

No lo sé, quizá, las malas temperaturas
terminan por confiarse a la temporada
pero nos hemos terminado el mundo,
hemos viajado, volado, visto.

tal cual como pretexto pretender
que no pasa nada entre la séptima
y tambén la octavo o tal vez la novena,
hay caminos empedrados, de terraceria
y algunos solo iluminados.

Preciso de un istante amante del tiempo.

Darío Olguín

viernes, 3 de agosto de 2012

regresos y llegadas

El cielo se despeja,
la luna gana la lucha a la oscuridad,
ella trae tu reflejo grabado,
guardado, extrañando y plural;
no hay gotas de lluvia,
pero hay un sabor a sal,
son lagrimas que la distancia
dicta que pronto has de regresar.

Tú viaje, pronto termina
y ya regresaras
a eso que llamamos día a día,
llegaré al aeropuerto,
llegaras en tú avión,
te esperare a la entrada,
te recibiré con mis labios,
mis brazos y tú cuerpo
que crearán un clima de ensoñación.

Te fundiré en mi cuerpo,
como el calor al chocolate,
me derritire en tus labios,
como se derrite un hielo
en un sartén lleno de pasión,
de calor, de momento,
de tú y yo.

Darío Olguín

Héroes

Y donde quedo mi infancia,
donde me enardecía el saber que de todo mal
me iban a proteger el santo y kaliman;
ahora porque espero extranjeros
que libren mi universo de todo mal.

Pero cuando salía el nuevo número
cuando me reía de la desgracia
me llegaron el oxígeno y el agua,
me llegaba la muerta y el aura,
me consumía entre cenizas y fantasmas.

Como fue del donde,
que cuando el qué era un quién,
porque no huí a un cuartel
donde no me suspendieran
todo uso de internet.
Darío Olguín

miércoles, 18 de julio de 2012

2 años

hace dos años iniciamos una historia, hace dos años decidimos ir a por un futuro juntos, mano a mano, paso a paso, a veces nos desesperamos, a veces peleamos, pero siempre salimos avantes. Hoy 18 de julio nos manifestamos en dos años de noviazgo y relación.
TE AMO CHAPATITA, MI MORCH.

Y es que algún día las estrellas,
le pasaron cobro a la luna,
te mandaron a mi cielo
y yo te pegue a mi corazón.

Hace un par de días,
que vivo en el mismo día,
que mi tiempo es mi tiempo
y mi vida eres tú.

Suenan las campanas
de una alarma que no aletarga,
simplemente nos dice que hay más,
qué busquemos, que nos encontremos
y que en un abrazo juntos hemos de acabar.

Hace un par de años,
que somos tan el uno con el otro,
el uno para el otro
que esto no ha de terminar.
Darío Olguín

martes, 15 de mayo de 2012

Profesora, ¿me ayuda?

Era lunes, quizá martes,
era uno de esos días
en los cuales no quería despertar,
¿Por qué no podía ser fin de semana?
Lo único que se,
es que mi mamá ya me quiere fuera de la cama,
espera que hoy si vaya a la escuela.

Llego y como siempre mis compañeros,
jugando por toda el aula,
yo recuerdo que llevaba una semana,
sí, una semana sin asistir,
me suspendieron por pelear,
aunque no peleaba, solo defendía.

Había una bulla que ofendía,
que gritaba y se quejaba,
de que nuestra tarea era mucha,
que la maestra abusaba,
que la maestra estaba fea;
eso encendió mi cara y,
arremetí como loco contra todos,
de ella aprendí que no debemos
y que es malo hablar cuando el otro no esta,
que ofender no es bueno,
que todo tiene consecuencias,
que si estudio, no sólo me ayudo,
sino que me premio al mismo tiempo,
que debo respetar a los demás,
que en los simulacros:
no corro, no grito, no empujo;
que alzar la falda de mis compañeras
es como faltarle a mi mamá que es mujer también,
que las matemáticas aunque no me gusten,
las usaré para toda mi vida;
que las culturas muertas
son aquellas que olvidan su historia;
que cuando el pan enmohece ya no debo comerlo;
que no todo es educación física y deportes;
esas y muchas otras cosas más.

Aunque bueno,
yo no me fui a golpes contra toda la clase
por lo que aprendí, claro que no,
fue por que también me enseño
a defender lo que quiero con puños y dientes,
que si me esfuerzo puedo ganar en todo;
y yo creía que a todos también,
fue por eso que me les fui encima,
y es que mi maestra puede ser un ogro a veces,
a lo mejor nos grita a todos,
pero no, nunca, nunca, nunca,
será fea y la quiero mucho.

Aaaah!!!!!
Esperen un poco,
es ella aquí viene,
no entendí la tarea y tengo que hacerlo,
-maestra buenos días-
oíga no le entendí a nada a esto en biología,
Profesora...
mmmmmmm...
¿me ayuda?

Darío Olguín

domingo, 13 de mayo de 2012

Viperinas

Dime todo lo que quieras,
aprendí a escuchar un día
en una solitaria montaña
donde solo mi voz podía hacerme eco;
no me sentía desolado,
es más me sentí poderoso y eterno
como un silbido,
como un rayo de luz.

Creía caminar entre las nubes,
mis pies se hundían
entre pompas de algodón,
más cuando querían enfangar
mi paraíso todo se volvía más suave
y veía desde mis ojos a aquellos,
llenos de fango y sangre;
caída de sus lenguas
que ni ellos nunca controlarán.

A veces reía,
antes me preocupaba,
que pueden decir de mi,
cuando no hay nada bueno
no hay porque hablar,
no hay porque reptar,
solo puedes retar tú suerte
y el revire de lo que sale de tú boca,
que no sabes si se abre
para tomar el alimento
o para destilarte ahora.

Ahora me ocupo de ser mejor,
de seguirme superando,
trato de que no pasen las cosas
que no hice bien más de una vez,
me despellejo y me ocupo,
preocuparme para que,
si no resuelve nada,
no intento tomar tres lugares
y desocupar toda la sala
cuando se que ya no pude hacer.

Ahora bien,
se que soy yo mismo,
siendo yo mismo,
donde las palabras no me hieren,
donde solo existe mi voz.

Darío Olguín

viernes, 4 de mayo de 2012

otro de estos

Y cuando el insomnio,
acabara con las caricias de la noche,
pues hoy hace de nuevo de las suyas,
me siento victima sanguinaria,
soy presa común de lo normal,
un día más sin poder dormir,
de pensar en que todo va,
siento la fatiga, el cansancio,
pero no, hoy no,
hoy no hay sueño,
no puedo dormir.

Por qué el letargo de los días,
me hace cómplice de sus andares,
yo quiero dormir, quiero soñar,
quiero desear, pero hoy no será,
hoy no estoy bien,
el por qué de todo no lo sé,
el por qué de esto lo desconozco,
pero pueden ser las pocas horas
de pegar los ojos y relajarme.

Se que en alguna dimensión,
estoy dormido;
y es más se que ahí no escribo,
que ahí si aprovecho cada segundo,
para que mi cuerpo descanse
y se enamore de Morfeo en sus brazos.

Darío Olguín

lunes, 30 de abril de 2012

Mi medio limón

Tú mi medio limón,
porque las noches tristes
la dulzura se vuelve amarga,
porque cuando el río suena,
piedras ha de traer,
porque en la soledad de las letras
pudiera cantarte una canción que he creado,
que te guste mucho y,
no te empalague como una naranja.

Tú mi medio limón por terapéutica,
por qué curas las heridas,
porque vitaminas mi vida
y nunca esta de más una limonada
en pleno verano.

Tú mi medio limón
porque odio el zumo de naranja,
ya que me recuerda la infancia
y el aceite de cierto pez combinado con él.

Tú mi medio limón
porque de vez en cuando
tengo el carácter muy agrio,
la sonrisa adusta para los demás,
pero por lo que me complementas,
eres mi otra mitad,
lo que me hace sólido,
lo que se vuelve un zumo necesario
en la vida, que combina con todo,
hasta con mi soledad en el insomnio
de esas largas noches de primavera,
que se avistan desde mi ventana
cuando pienso en ti.

Darío Olguín

martes, 3 de abril de 2012

¿Cómo?

¿Cómo pedirte que te quedes?
No sé hablar, no se expresar,
todo lo dejo ahogar,
que se mezcle con sáliva en la garganta,
que no se atore y no haga daño,
como decir lo que no puedo hablar,
soy un artista de palabra,
más no de habla,
que eso se me da muy mal;
se caen entre esófago y garganta,
el pedirte que te quedes,
que no te alejes,
que no me dejes,
que no te vayas,
que te puedes quedar.

¿Cómo decirte que te quedes?
Si la paz en tú cara,
reflejaba más luz que tú sonrisa,
¿Por qué no entendiste,
lo que mis brazos te decian?

¿Para qué te vas?,
quizá a ser lo feliz
que conmigo ya no eras,
a lo mejor no supe superar
esa marea de la distancia
que de tan cerca nos asimos.

¿Para qué? ¿Para qué?
¿Dónde quedo la marea
del corazón de nuestro ayer?

Darío Olguín

volcán, fuego, lava

Cada parte del cuerpo se cae,
se derrumba, de corroe, se destruye;
soy volcán, soy fuego, soy lava,
soy el cielo caliente cuando la tierra se acaba.

Me desborro como mal trazo del pintor,
soy la arena que en el mar
no sirvió de nada,
soy la nada hecho masa,
soy un error, soy humano.

Soy la flor sin loto, sin pétalos,
la mezcla perfecta de lo mal planeado,
una estética de colores matizados,
de tonos tierra acabados.

Soy el salmón que le toma amor al mar,
que cuando todos regresan,
el no hace el viaje aprobado,
me quedo esperando las olas,
como si ellas fuesen a traer los osos,
la contracorriente, el hielo y el fango.

Nado, viajo, vuelo, camino, me desplazo,
me relajo en la vida perdida,
me resuelvo entre acertijos vagos,
les traigo la variedad de cierres,
por que no soy nada, soy todo, soy malo,
soy volcán, soy fuego, soy lava, soy raro.

Darío Olguín