domingo, 20 de junio de 2010

Pienso en ti

Hay veces que la vida nos da la oportunidad de reflexionarnos y ello nos puede llevar a encontrar increíbles caminos por los cuales pasar y de ellos hacer verdaderas frases que marcan nuestra vida por siempre, hoy dentro de un arrebato de tiempo que comenzó en no se donde y termino donde no quisieran enterarse he descubierto algo:

La vista al frente, lo veo todo, el horizonte, las estrellas, el infinito la vida; no volteo atrás por qué lo único que encontrare es a ti.

Darío Olguín Zaragoza

lunes, 7 de junio de 2010

Sabes donde buscarme

Tiempo, memorial señorío,
donde ensombrecen las borrascas,
para emborracharse las palmeras,
placas de arena al costado,
movimientos ciegos perturbados,
encontrarme morir solo,
dejadme morir solo.

Intensa agonía dentro,
el pecho se ensancha,
explota la bomba,
la música suena lejos,
más a gritos cantando,
puede que voltee,
verme en lo lejos,
acariciarme hasta cansarse.

Mejor sería abrir los ojos,
poner los pies en tierra,
dejar de volarme,
dejar de tocarme
las letras de olvidos,
donde los pasados
devotos de sonrisas,
caen ante la mirada,
donde verte era la melodía,
donde el mediodía,
realzaba tu cara.

Ahora, en el rincón,
donde una lágrima no caerá,
hay confesiones de inviernos rotos,
de primaveras vestidas de azul,
de miradas turbadas en te quieros,
de lastimarme cada día más.

Podría creerte,
pero no hay nada peor que ello,
mejor me creo, me configuro,
me existo, me leo,
me pierdo, me voy,
tú bien sabes donde buscarme,
si de ti nace,
sabrás donde encontrarme.

Darío Olguín

Visiones

La primera visita en particular,
puede que sea huerfana de hermanos,
que no tenga un lugar prospero,
pero aun así, nos deje,
esa alegría de poder pensar,
que hay un faro en el mar,
es esa lejanía de aromas,
don podamos llegar a un puerto,
quizá no sea el ideal,
pero buen descanso tendremos.

Interesante la reflexión
de los bohemios de bar,
sí, de aquellos que dicen,
de aquellos que nacen
y hacen que la circunstancia,
sea ilegítima, pérdida,
la raíz del miedo viaja en taxi,
la dispersión vive en mis días,
se alienta por cada palabra,
se alimenta en mi soledad.

Quizá un rayo,
de un año luz cualquiera,
pueda manejar las horas,
esas que las manecillas
despuntan por las madrugadas,
de noches sonoras y brumosas,
enciendo otro cigarrillo.

No termino de pensar,
las ideas bajan por mi mente
y se reducen a par de letras,
que pasa en la noche,
que pasa en mis noches
que la vela se apaga,
es que el silencio mata,
puede que un susurro sea letal:
y que al grita muera.

Darío Olguín

domingo, 6 de junio de 2010

dejamé

dejamé vestir la noche,
dejamé desvestir la entrada,
quiero saborear cada momento en la mañana
no preocuparme por todo,
si vives o estás conmigo,
que más da,
un sueño perdido detrás,
ya no gracias tengo y muchos,
aunque ayer los he vendido
por un par de centavos a un desdichado.

dejamé vestirme esta noche,
dejamé desvestir la cama,
y echarme a correr
como niño tras un avión de papel,
sentirme vivo,
recordar que aunque existe
preferiste irte de madrigada,
apagar los sueños,
despreciar el abrazo,
dejar una brazas de infierno,
llorar por la madrugada.

dejamé vestir la noche,
dejamé rasparme el alma,
quitarme de en medio,
de toda relación que lleve mi nombre,
de cada lágrima, gota de lluvia,
de cada grano de arena o carretera,
dejamé desaparecerme solo,
para que no me afecte,
para que no te afecte,
cuando diga adios.

dejamé vestir la noche,
dejamé desvestir mi alma,
pero eso será solo uno a uno,
de mi para mi y nadie más,
dejar, dejar que todo quede atrás,
que poco a poco
la armadura deje el cuerpo
y morir sonriendo,
siyu, baibai

in

los tiempos que aguardan las distancias, recorren como niños por los rincones mas insospechados del techo, pero no podemos ver hacia arriba, puede que si lo hacemos el cielo nos caiga en cima, vale; no es que tenga que ponerme de un modo como nostálgico, aunque a veces eso me da más ideas por caminos más rápidos y logro salir e atolladeros, después de ello solo me pregunto: ¿que mierda he hecho de nuevo?

Puede que la ironía y el sarcasmo nos liberen de mucho trabajo extra, pero hay veces que habría que pensarse ¿en verdad vale esto la pena?

Darío Olguín

viernes, 4 de junio de 2010

desesperanzas

y ahora la madrugada refleja
entre la comodidad de sus cortinas:
felicidad, a grandes sacos, y;
discriminación de sus garras,
me ha dejado sin mi canasta básica,
sin mi litro de petróleo y,
hasta sin sonrisa matutina.

y ahora volteo,
a la luz de la fresilla
en mi cigarro,
rémiro el pasado,
busco mis pretextos,
las ilusiones y los tiempos,
el hablar de mi
y a veces sobre de mi,
mmm... un poco tu
y un mínimo yo
es lo que me ha quedado
en está luz,
que abastece su rayo,
a mi acabado corazón.

y ahora que no hay amparo,
que no busco nada,
por que toda la tiniebla,
se vuelca y me da la espalda
para presentarme su desolación,
tal vez bien entonces,
cómo es que daré la buen verá
del buen entendedor,
y pegarme a tu escote,
apagarme a ti;
pagarme en tus labios
aunque con ello tenga que
apagarme en cada rincón de tu cuarto;
y así, con manos temblando,
con la vida sangrando,
con todo lo que soy,
cayendo a cada segundo un poco más,
que le diré a mamá,
que sentirá el pasado,
a ¿dónde iré?,
en día que tenga
que pegarme a tu cuerpo,
apagarme escritor.

Darío Olguín