martes, 29 de enero de 2013

Debería

Debería escribirte más a menudo,
cómo si fuera una tesis,
con coherencia, con precisión,
con todo eso que es importante,
como los que venden perfumes por su aroma
y no por la esencia que partió,
con esa fijación en la mirada,
de acabarme la pantalla,
por no querer comprar un cuaderno,
por hacerme tan insensible a eso,
por no ser cualquiera,
por entregarte el corazón.

Debería y no lo hago,
solo hago berrinches y pucheros,
grito, pataleo y poco más golpeo,
todo por no estar cerca,
por ser quien soy
y querer ser algo más.

Pudiera decir que te quiero,
pudiera decir eso y más,
que te extraño a rabiar
y que mis leras son el trasfondo,
para poder en ti pensar.


Darío Olguín

martes, 22 de enero de 2013

No quiero...

No quiero llenarte de palabras,
que aunque nunca sobran,
tampoco faltan;
quiero llenarte de besos,
de caricias y de sueños,
de atardeceres juntos,
de mañanas que poblemos.

No quiero llenarte de palabras,
ni de ilusiones o distancias,
quiero que te tomes tu tiempo,
para a mi espalda taparme los ojos,
y decirme al oído lo mucho que me quieres
o quizá que me amas.

No quiero llenarte de palabras,
quiero llenarte de te quieros,
de ti y de mi,
de nuestras manos juntas,
de abrazarte al anochecer,
de pasar los días,
de descansar juntos,
de reír juntos,
de llamarte: amor.

Darío Olguín

lunes, 21 de enero de 2013

para llamarte...

Y me has puesto a pensar
¿Cómo llamarte? ¿Cómo decirte?
eso es aún más difícil que quererte,
eso se expresa en lo que siento,
y las ideas son aún más locas.
por lo tanto más manejables.

Puedo decirte amor, cariño,
pero donde me escuchas,
cómo sé que estoy correcto,
cómo llamarte por tu nombre
y no recibir en automático un hola.

Para estar de acuerdo,
con lo que pasa de lo que es,
con lo que somos, con lo que nos espera,
con las esquinas y las puertas,
con la vida colgada.

Esto es un horno de ideas,
cómo te digo que te quiero,
sin que suene a te quiero,
como decirte que me tienes loco,
sin que suene solo ocasional,
cómo te expreso lo que me gustas,
cómo llamarte sin que quede corto,
lo que siento por ti,
lo que tengo para ti,
si al ver tu sonrisa
me quedo sin palabras.

Darío Olguín

Hace frío

Hace frío,
mis huesos se inflaman,
mi corazón no arde,
se apaga poco a poco,
no disfruta la voz,
se ha vuelto sordo,
no escucha, no liba.

Hace frío,
y mis brazos se entumen,
no tienen nada que abrazar,
nada para calentar,
calentarse mutuamente,
no hay caricias y ensueños,
solo hay carencia de sueños.

Hace frío,
entonces una chispa llameante,
una sonrisa como galaxia,
un par de estrellas tus ojos,
la brisa del verano,
la lluvia de invierno,
tus brazos, tu cuerpo,
tu sonrisa, sobre todo eso,
tu sonrisa,
me vuela en sueños.

Darío Olguín

sábado, 19 de enero de 2013

Frustrado

Me frustra la distancia
ese disparejo sentimiento
que estas lejos
que no puedo tenerte cerca.

Por que no puedo ser un mupet
viajar en mapa y estar cerca de ti,
de verdad que me frustra eso
no poder ir a ti tan rápido
y poder besarte al despertar
antes de ir a trabajar.

No quiero así,
no quiero vivir así
a miles de kilómetros de ti
con esa disparidad que no me deja ser feliz.

Darío Olguín

viernes, 18 de enero de 2013

Me estoy enamorando de ti

Me estoy enamorando de ti,
tranquila y lentamente,
de esa forma en que se concibe
un largo sueño que no deja dormir;
cómo un insomnio en medio de tu cuerpo,
de tus brazos, de tus labios.

Me estoy enamorando de ti,
eso a nadie más le importa,
con tu distancia y mis pretextos,
con el teléfono esperando tu mensaje
con tus ojeras dibujadas en mi cielo.

Me estoy enamorando de ti,
y aunque no quiero lo disfruto,
y aunque no quiero por tu distancia,
me rebaso al imaginarte a un lado,
en una escapada de fin de semana,
en un beso que no se ha encontrado,
en el padecer de no tenerte.

Me estoy enamorando de ti,
lo peor es que no estás conmigo aquí,
para disfrutar juntos esto que siento,
esto que nace y crece,
esto que vive y se alimenta,
de todos mis pensamientos.

Sabes, si me enamoro de ti,
no sé que pueda pasar,
si habrá paseos a la luna,
si dormiremos todo el fin de semana,
con el uno al otro
amarrados en un cuerpo.

Me estoy enamorando de ti,
y no sé nada más,
extraño tu voz,
tus mensajes,
tu rostro;
y aún así imagino,
que aunque no estas:
no estoy perdiendo el tiempo.

Darío Olguín

miércoles, 16 de enero de 2013

Aviso Oportuno

La vida, el día y sus noches,
los desvelos, los trauectos en coche,
el clásico fusilar dementes,
que no acusan pero vuelan dientes;
de tres salen cuatro,
de dos sale uno,
pero cuando no hay cielo alguno,
ni una víctima que corone en pasto,
en castillos de papel sin piedra,
mojados sueños cuando no te veo,
que cuando te miro pausan,
la única estocada del torero,
el último disfraz del caballero,
la película que no se vela en las mañanas
el perder cuando te vas sin mi,
a donde van mis letras,
que le digo a mi mundo sin ti,
y todo esto pasa en un segundo
con un cigarrillo en la mano,
y viendo por la ventanilla el horizonte,
solo puedo esperar,
todo puede esperar en mi vida:
en esas noticias que no
pueden esperar a que te desvista,
corazón.

Darío Olguín

domingo, 13 de enero de 2013

Es curioso cómo te extraño

Es curioso cómo te extraño,
cómo no he dejado de pensarte,
de pintarte, de imaginarte,
de escribirte, de quererte,
de esperar que tus pasos regresen
hasta esta ciudad deshabitada,
desolada,
como un pueblo fantasma,
así esta mi corazón.

Es curioso,
sabes,
el saber de ti,
el pensar en ti conmigo,
el querer tomarte de la mano por el mundo,
el saberte regresando algún día,
retomando ese paso,
eso que no es huir,
eso que es buscar para encontrar.

No lo sé,
hoy me dio por extrañarte con mucha fuerza,
por querer que aquí estuvieras,
de verdad,
es curioso cómo te extraño.

Darío Olguín

De estar y no ir

Déjame tratar de superarme en tu vista,
de perderme en tus paisajes, en tu tierra,
que el desierto me erosione en tu sonrisa,
que mi viaje valga mucho más que cualquier millón,
donde no pueda encontrar más que mi realidad,
mi oportunidad, tu espera y mi verdad.

Darío Olguín

No puedo

No puedo dejar de encontrarte,
de querer comerte,
como esa manzana,
como es fruto prohibido,
como la madrugada.

No puedo dejar de pensarte,
como a la comida,
como a la bebida,
como a mi madre,
como a mis años.

No puedo dejar de cantarte,
eres ese jingle que retuerce
toda la cabeza helada
en la época navideña,
como esa canción
que todo mundo quiere escuchar,
como mariachis en la noche,
como norteños en mi borrachera.

Y ahora,
de que gusto sufro,
no puedo encontarte,
no puedo pensarte,
no puedo quererte,
no debo quererte.

Darío Olguín

martes, 8 de enero de 2013

Suicidios

Debería estar decorado aqui,
un corazón tan vacio
tiene mucho espacio para colgar cuadros.

podría arder la razón,
esa que hace que los sinsabores
tomen un color a sangre,
una razón perpetua en lso sentimientos,
una llaga que flagela la razón,
una manta caliente en el desierto;
una sonrisa fría,
cómo una mañana polar,
como ser pisado sin poderse quejar.

Mientras recupero los pasos
y dejo de andar sobre mi espalda,
el aire seco me pega en la cara,
es una bofetada invernal,
una promesa de comidas olvidadas,
una enfermedad sin cura,
un veneno milagroso que da vida;
como planear en el vacio,
es como volar sin alas,
como caer continuamente
sin temor al suelo,
como un suicidio premeditado.

Y ponerte una pistola en la boca
y jalar el gatillo para suicidarme,
de esas veces que si muero yo, muero yo,
si mueres tu, morimos los dos;
son deseo y pasión en diferentes pasillos,
es una voz en el interior del subterraneo,
es una llamada rapaz a la comida,
invitar a la presa, ser cazado;
demasiada sangre, demasiado olvido;
muchas tormentas, tan pocos suicidios,
es ese espacio enorme en la boca
que se marchita al hablar, al besar;
Debería estar decorado aqui,
un corazón tan vacio
tiene mucho espacio para colgar cuadros.

Darío Olguín

tú recuerdo

iniciar el día con el recorrido resplandeciente
de un canto parecido al ruiseñor,
de voces en mi cabeza que no me dejan,
de conciertos que nunca existieron,
de artístas que nunca nacieron,
de vidas sin vida que nunca hubo.

Respirar bajo aliento cotidiano
de nubes y polvo, de polvo y rostros,
de rostros y cuerpos, de cuerpos y de ti.

No me creas, quizá yo tampoco me crea
pero ya no menciono mi nombre al ver tu cara,
ya no menciono tu nombre al espejo,
como querer olvidar,
como si se pudiese olvidar,
diciendo a la pared que nada;
todos mis recuerdos no tienen memoria,
toda la memoria la volque en tu cuerpo.

Me levanto, me recuesto,
quizá me invente una nueva enfermedad
algo que me aleje de todos,
que me aleje del tiempo,
de cualquier contacto,
por que todo me recuerda a ti.

Darío Olguín