lunes, 7 de junio de 2010

Sabes donde buscarme

Tiempo, memorial señorío,
donde ensombrecen las borrascas,
para emborracharse las palmeras,
placas de arena al costado,
movimientos ciegos perturbados,
encontrarme morir solo,
dejadme morir solo.

Intensa agonía dentro,
el pecho se ensancha,
explota la bomba,
la música suena lejos,
más a gritos cantando,
puede que voltee,
verme en lo lejos,
acariciarme hasta cansarse.

Mejor sería abrir los ojos,
poner los pies en tierra,
dejar de volarme,
dejar de tocarme
las letras de olvidos,
donde los pasados
devotos de sonrisas,
caen ante la mirada,
donde verte era la melodía,
donde el mediodía,
realzaba tu cara.

Ahora, en el rincón,
donde una lágrima no caerá,
hay confesiones de inviernos rotos,
de primaveras vestidas de azul,
de miradas turbadas en te quieros,
de lastimarme cada día más.

Podría creerte,
pero no hay nada peor que ello,
mejor me creo, me configuro,
me existo, me leo,
me pierdo, me voy,
tú bien sabes donde buscarme,
si de ti nace,
sabrás donde encontrarme.

Darío Olguín

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