Defines como al fondo de pantalla,
el rostro entre los carnavales,
rugidos guturales, seres inapreciables,
máscaras de ir y venir;
música colgando en las paredes,
algunas llaves con chip.
Lugares como sombras,
asomados en tus ojos,
cataratas, neblinas y lluvias,
ricas cenas de mantel y cubiertos,
zonas de luz sin oscuridad.
Ataviados en rosas,
cuelgan mis sueños,
detallados, deshilados, derrotados,
una lágrima que cae al limbo,
me representa en tiempos extraños,
de perdón y miedo.
No soy como todos,
soy muy diferente,
pero tú insistes,
en buscar entre lo ordinario
y lo de siempre;
y ese nunca...
seré yo.
Darío Olguín
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Siempre quecomentas algo va dentro del yo sensible que le da por seguir el camino de letras...