miércoles, 5 de mayo de 2010

Alcohol

Suevente tu sabor me diluye
y aunque me combines y a veces ignores
te hago falta de una vez por semana,
aunque a veces me creo cognac,
me doy cuenta que soy más rasposo que aguardiente,
que me evitas a menos que estes muy mal,
que no haya algo más,
que no exista nadie más.

Soy un ron, en boca de pirata,
soy la blasfemia, soy la podredumbre,
nada bueno para la sociedad,
un sabor prohibido y despresiado,
una desolación, calor sin fiesta,
ruido, peleas y muertes,
tomarme es tan fatal,
que ni siquiera te asomas a la botella.

Y pudiera confundirme con mezcal,
más aun si caes en mis manos,
tan peligroso que no se nota,
tan malefico que pierdes conciencia,
¿seré eso que nadie quiere al despertar?
Darío Olguín

1 comentario:

Siempre quecomentas algo va dentro del yo sensible que le da por seguir el camino de letras...