viernes, 2 de abril de 2010

Una carta

A quien corresponda:

La presente puede que hable de pasados o quizá de futuros no muy cercanos, hay días en los cuales aun a sabiendas que el mundo ha puesto las cosas al revés y sentimos que el aire nos da una bofetada en la cara, no he puesto la otra mejilla, con todo y eso no respondí a la agresión, la fui consumiendo dentro de mi, poco a poco, si lo preguntan, la respuesta es no, ese, momento no lo reviso ha quedado atrás, si muy atrás, junto a miles de cosas que en el aire conmigo volaban.

Hoy vengo a decirme, perdón, a dejarles constancia que hay un cielo en el cual no recorro nada, deje de cabalgar hace mucho tiempo entre las cremosas nubes de algodón, castillos, princesas, dragones y demás artilugios que solo Merlín el mago entendería; razón por la cual he descubierto que hay varios tipos de mundo y de personas en ellos, debo de confiar en todos por el simple hecho de compartir el aire -esa frase me la malgaste-, quizá lo que se necesita es un tanque personal y compartir el aroma secreto con la gente que nunca me ha dejado que desista, bien me dicen que hasta la victoria siempre y llegara una corona especial junto a ella.

Pues lo cierto es que he caído de nuevo, poco más y entro en un ataque depresivo combulsivo que solo un millón de tonterias y un poco de juego se podría llevar por la borda, soy más viejo y menos sabio, por que hay cosas donde la sabiduría nos estorba y lo que tenemos que hacer en ponernos a flor de piel y externar lo que hay, lo que llega, lo que pueda venir, por que si no somos sinceros con lo que sentimos y el hacia quien ese monstruo dentro de mi puede matarme o por lo menos generarme una gastritis.

Hoy aquí me he dicho que puede ser que yo no sea, puede que nunca sea el ser de alguien y aun así voy por el mundo cargando una canasta de cosas que puede que sirvan por si alguien se equivoca y quiere estar conmigo, lo se que solo soy un sueño, que en ocasiones no quisieran despertarme, por que al despertar la magia perece y solo yo aparezco, pero que importa los sueños también sentimos, también anhelamos, también nos gusta ser queridos y correspondidos.

P.D.
No voy a dejar rastros por si alguien se interesa en alcanzar mi barca, solo un consejo por si llegan hasta allá, lleva mi nombre pero mi esencia se queda conmigo en tierra escondida para olvidar.

Darío Olguín

1 comentario:

  1. soy más viejo y menos sabio...

    yo nomas soy vieja...sabia nunca he sido...

    te quiero doble...

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Siempre quecomentas algo va dentro del yo sensible que le da por seguir el camino de letras...