domingo, 4 de abril de 2010

verdad subliminal

Reza el adagio qué me he concertado
I feel good, really good on my shyness,
aun así debo de comprobarme
qué las razones son lo que obligan,
lo qué viaja en el tiempo y sus mercaderías,
un repaso a lo qué no queremos
o a lo mejor no vamos a comprar;
todo esto con el fin de volver,
también de volar alrededor,
como halcón cayendo sobre su presa,
solo qué la captura se llama alma.

Ahora las cenizas del tiempo,
dicen qué la realidad me ha golpeado,
me ha dejado abatido y desconcertado,
yo no lo entiendo,
pudiere qué la razón se conceda,
pero como explicar algo
qué más que verdad parece
película de ciencia ficción,
a dónde va mi forma de ser,
con quien se fuga hoy,
a lo mejor y de miedo
ya no quiera regresar.

A lo mejor es solo un símil,
qué carga a cuestas realidades alternas,
quizá, las voces esquizofrénicas de mi cabeza,
qué alteran la manera de ver
cómo vive el día de hoy,
será que puede que sea,
la verdad quien sabe,
a lo mejor solo un rincón,
dentro de mi alma vieja,
qué camina sin parar,
sin deseos de correr,
sin verdades aparentes,
cómo algo subliminal,
burdo pero no corriente.

A lo mejor es una seducción,
qué pueda crear un placer culposo,
aunque todo en ello emerja,
sufro, me hiero de nuevo,
no hay marca ni huella,
el crimen no puede verse,
la herida es interna,
es una forma aparente de revolución,
qué mi cabeza no puede parar,
no deja de esperar,
y, se repite y se dice a mi mismo,
la realidad es subliminal.

Darío Olguín

1 comentario:

Siempre quecomentas algo va dentro del yo sensible que le da por seguir el camino de letras...